En estos momentos de dificultades económicas, se revisan alternativas para aliviar el impacto que tendrá la pandemia en nuestras economías. Una de esas alternativas de política que se comentan reiteradamente es la de Expansión Cuantitativa o Flexibilización Cuantitativa (reconocida por su expresión en inglés Quantitative Easing)
Para los países con política monetaria, la Expansión Cuantitativa es una forma de política monetaria no convencional en la que los bancos centrales compran valores del Estado en el mercado abierto con el fin de aumentar la oferta monetaria y de esta forma intentar fomentar los préstamos, la inversión y también sirve para reducir las tasas de interés mediante la el incremento de la demanda de valores de renta fija. La Expansión Cuantitativa aumenta la oferta monetaria mediante la compra de activos con reservas bancarias de nueva creación con el fin de proporcionar a los bancos más liquidez.
La reducción de las tasas de interés a corto plazo para fomentar el gasto ha sido durante mucho tiempo la opción política preferida de los bancos centrales al hacer frente a la amenaza de recesión y deflación. Sin embargo, si la demanda agregada no responde a tasas cada vez más bajas, finalmente se debe buscar otras alternativas de política económicas.
La política fiscal de incremento del gasto público puede utilizarse para ampliar aún más la oferta monetaria. En efecto, la Expansión Cuantitativa puede incluso desdibujar la línea entre la política monetaria y la política fiscal, si los valores adquiridos consisten en bonos gubernamentales a largo plazo emitidos para financiar el gasto deficitario anti-cíclico.
Los efectos secundarios que se puede esperar de la implementación de medidas enmarcadas en la Expansión Cuantitativa es un incremento en la inflación, y para los países con moneda propia, una devaluación es previsible.
Como programa de estímulo, la Expansión Cuantitativa busca incrementar el dinero en la economía mediante el pago en la compra de activos y la reducción de tasas. En un país como Panamá, sin la tradicional política monetaria, la expansión fiscal tiende hacia el impulso de la demanda agregada con inyecciones de liquidez mediante transferencia de recursos o la oferta de facilidades de préstamos a empresas. En todo caso, su aplicación prevé la búsqueda de endeudamiento ya que los recursos disponibles para situaciones de emergencia son limitados.